La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que se celebra anualmente del 18 al 25 de enero, es un tiempo sagrado que invita a todos los cristianos a reflexionar y orar por la unidad de la Iglesia.
El tema de este año es «Permaneced en mi amor» (Jn 15,9), una evocadora referencia a las palabras de Jesucristo que subraya la importancia del amor y la unidad en la comunidad cristiana.
En el Evangelio de Juan (17:21), Jesús reza para que «todos sean uno», un profundo deseo que subraya la importancia de la cohesión y la armonía entre los creyentes. Este pasaje bíblico refleja el núcleo de la misión de la Semana de Oración, cuyo objetivo es recordar y reforzar la unidad entre las distintas confesiones cristianas.
Este acontecimiento brinda la oportunidad de explorar las diferentes tradiciones cristianas, apreciar la riqueza de la diversidad dentro de la comunidad cristiana y reflexionar sobre las formas de superar las divisiones existentes. A través de la oración conjunta, la reflexión y el diálogo, se anima a los cristianos a explorar lo que realmente significa ser «uno» en el cuerpo de Cristo.
La expresión «Permaneced en mi amor» (Jn 15,9) es una invitación a vivir el amor de Cristo de forma tangible en las relaciones cotidianas, para superar las diferencias y construir puentes de comprensión y respeto. La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2024 pretende ofrecer un espacio para reconocer los retos de la unidad de los cristianos y buscar juntos vías de reconciliación y comprensión mutua.
El arte del diálogo ecuménico es un paso hacia la realización de la oración de Jesús «que todos sean uno».
En 1 Corintios 12:12-27, el apóstol Pablo habla de la diversidad y la unidad en el cuerpo de Cristo, subrayando cómo cada miembro es único e insustituible, pero parte de un todo mayor. Esta imagen bíblica es una poderosa metáfora de la llamada a la unidad en la diversidad.
Con el eco de las palabras de Jesús «Permaneced en mi amor» como guía, la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2024 nos invita a tejer juntos los hilos del amor y la unidad, creando un tejido más fuerte y resistente de comunidad cristiana.
Mano a mano, tejamos el tejido de la unidad de los cristianos, un hilo de amor a la vez.